Hoy, cuando miramos para nuestro modelo de cuota, tenemos la certeza de que la elección hecha en el comienzo fue acertada: justa, escalable y democrática.
Pero ¿Cómo así? ¿Cómo una cuota puede representar todo eso?
A seguir, explicamos nuestro raciocinio y esclarecemos los puntos que muestran como pensamos en nuestros clientes, en los clientes de ellos – y también en nosotros – al definir ese formato.
Modelo basado en la movida
Nuestro modelo de la cuota es basado en la movida de residuos, lo que significa que el valor puede variar según el uso. Para tornar eso más previsible creamos fajas de actuación.
Por ejemplo, en el caso de los transportistas de residuos, consideramos el número de visitas realizadas. Cada faja corresponde a una cantidad de visitas, y el cliente paga una cuota proporcional. Caso ultrapase la faja contractada, es cobrado solo el excedente – y siempre existe la posibilidad de ajustarse nuevamente dentro de las fajas.
¿Por qué es justo?
Cuanto más grande es la faja de visitas, más pequeño es el valor por visita. Eso representa justicia para quien realiza más colectas y precisa más de la plataforma. El cliente no es penalizado por crecer – al revés, es incentivado a expandir sin limitaciones impuestas por el costo del software.
¿Por qué es escalable?
La escalabilidad es esencial para nosotros. La medida que el cliente aumenta el número de visitas, nuestro precio medio también crece, lo que nos permite entregar un servicio aún mejor. Estamos preparados para acompañar el crecimiento de nuestros clientes con estructura y soporte adecuados.
¿Por qué es democrático?
Diferente de la mayoría de los softwares, no limitamos el número de usuarios o permisos. Eso permite que el uso de la plataforma sea “viral” – o sea, pueda propagarse rápidamente dentro de la organización. Usuarios son liberados según la necesidad, y los accesos de clientes pueden ser creados a la voluntad, facilitando el atendimiento al cliente final.
Otros formatos de cobranza de precios
Además de la cuota basada en el movimiento, ofrecemos funcionalidades
extras que añaden valor a la herramienta, y son esas funcionalidades que complementan las necesidades de nuestro cliente.
Sobre nuestros módulos y modelos de cobranza de precios:
En el Módulo Transportista, usamos el número de visitas como base.
En los Módulos de Generador o Receptor de Residuos, consideramos las cargas de salida/entrada (documentos de salida emitidos o recibidos).
Para grandes redes, donde hay muchas unidades, pero poca movida, usamos fajas basadas en la cantidad de empresas, aplicando la misma metodología con ajustes específicos.
Implantación asistida: nuestro diferencial
En el primer mes, el cliente paga solo por la implantación (setup inicial), llamada de onboarding. Nuestro equipo realiza:
Configuración del ambiente;
Upload de datos;
Reuniones de entrenamiento
Seguimos adelante: ofrecemos la implantación asistida, acompañando el cliente por hasta 6 meses. Ese equipo permanece al lado del cliente para sacar dudas, ofrecer nuevas orientaciones y realizar reuniones extras. Eso crea un vínculo de confianza y cercanía.
Tras ese periodo, el cliente solo es transferido para el equipo de CS (Customer Success) después de una evaluación rigurosa, que considera criterios como:
Accesos realizados
Uso de la plataforma
Capacidad de resolver dudas internamente
¿Y eso tiene todo a ver con la cobranza de precios?
¡Sí, tiene!
En el primer mes, el cliente paga solo por la implantación. La cuota empieza a ser cobrada a partir del segundo mes, garantizando que él tenga tiempo para adaptarse y extraer valor de la plataforma.
Entonces, ¿no hay una cobranza de precios justa, escalable y democrática?
Venga para miResiduo – la única que cobra en la medida cierta, pensando en ti y en su crecimiento.
								
								

